Podeis comentar con los chicos los cuentos que vamos leyendo en clase. Algunos les emocionan, otros les divierten pero todos les llevan al fantástico mundo de la fantasía.
Este cuento trasmite fielmente las diferentes emociones que sienten los niños ante la nueva etapa escolar: miedo, inseguridad, enfado y luego también alegría, confianza y diversión.
El conejito Simón no quiere ir a la escuela, pero finalmente acude y nota lo feliz que puede ser rodeado de sus amigos, entonces inician todos juntos una entretenida etapa donde habrá mucho que compartir.
Los primeros días serán difíciles para el pequeño Simón, pero conforme pasan los días dejará atrás la pereza y pronto las actividades en clase se volverán sus preferidas: pintar, dibujar, jugar…
El osito Peluche va al zoo con su mamá. A los elefantes, leones y monos no se cansa de mirar. Pero se distrae de repente, se pierde entre la gente... y descubre que no es el único osito del lugar. En el zoo hay muchos más!
Este simpático pollito llamado Pepe está creciendo mucho porque come muy bien, pero su mamá es mucho más grande que él. ¿Quieres saber qué es lo que come el pequeño pollo Pepe para crecer tanto?
Al abrir este libro solo se ve un círculo amarillo sobre la página en blanco. Entonces, se invita al lector a pulsar este círculo con el dedo y averiguar qué ocurre. ¿Qué niño curioso podría resistirse a semejante desafío? Para saber la respuesta, simplemente hay que dar vuelta la página…
¡Y así empieza la magia!
Círculos rojos, amarillos y azules se desdoblan, cambian de lugar, se colocan en fila, crecen… Incluso están a punto de caerse por el borde del libro o volar hasta desaparecer. Todo depende de lo que el niño haga, si los aprieta, los frota, sopla sobre ellos o los agita.
En el corazón del bosque vivían tres cerditos que eran hermanos. El lobo siempre andaba persiguiéndoles para comérselos. Para escapar del lobo, los cerditos decidieron hacerse una casa y ...
¡Y así empieza la magia!
Círculos rojos, amarillos y azules se desdoblan, cambian de lugar, se colocan en fila, crecen… Incluso están a punto de caerse por el borde del libro o volar hasta desaparecer. Todo depende de lo que el niño haga, si los aprieta, los frota, sopla sobre ellos o los agita.